domingo, junio 25, 2006

Una pequeña anécdota en el trabajo


Hola mis estimados amigos que nos visitan, hay les voy a narrar de un suceso que le paso a un compañero de trabajo.

Trata de José, una persona común y corriente que trabaja en una empresa que, como todos hay un jefe, supervisores y los empleados. El compañero del que les hablaré, José, que es el empleado, tiene un supervisor que se llama Omar y este tiene su jefe que se llama Juan.

José se quejó con su supervisor porque no tenía apoyo para realizar su trabajo, y para ello necesitaba que le proporcionara un vehículo. Omar solicita a su jefe que le proporcionen un vehículo, él jefe acepta la solicitud, con la condición de que estará bajo su responsabilidad.
Omar entrega el vehículo a José, sin darle recomendaciones, solamente le dijo que si no sabia manejar que buscara una persona como chofer.

En la noche, José se pone de acuerdo con un amigo para que sea su chofer para realizar su trabajo, el amigo acepta con gusto. Al día siguiente salieron los dos en el vehículo, y terminando su trabajo José le pide a su amigo que le preste el vehículo (que es estándar) porque quería a prender a manejar, el amigo se le hizo fácil dárselo. En la primera maniobra que realiza José se estrella con un señalamiento de transito y termina en una barda de una casa. El amigo sermonea a José y este desesperado tratando de buscar un milagro tallándose la cabeza con las dos manos. Sale el dueño de la barda y vió que no había daños, no realizó acción alguna contra José. De pronto, llega personal de transito y sancionan al pobre José, el amigo no hace nada ni para defenderlo y desesperado José le habla a Omar su supervisor para que lo saque de apuros. Omar al recibir la noticia se sorprende y fue de inmediato al lugar del accidente. El supervisor trato de negociar con la gente de transito y no se llevaron el carro al corralón solo pagaron la multa, pero el auto quedo estropeado de la parte delantera. Enojado el supervisor regaña a José y le dice que pague la reparación del auto de la empresa.
Como las noticias malas siempre se riegan como pólvora se entera el jefe y regaña a Omar y le dice que pague los daños porque estaba bajo su responsabilidad.

Pasaron los días, José y Omar mandaron a reparar el vehículo, pero como ninguno de los dos queria gastar de mas por reparar el automovil dejandolo en perfectas condiciones, solamente se concretaron en que se reparara lo mas austero posible y el automovil quedó reparado a medias.
De nuevo, José pide un vehículo a su supervisor para realizar su trabajo y de nueva cuenta le asignan el vehículo que había chocado, José se resignó a tomar aquel vehículo y de nueva cuenta le habla a su amigo para que sea su chofer.
Al día siguiente José y su amigo salen a trabajar en el vehículo y en un camino de terracería se les para el vehículo, José le habla a su supervisor y este le responde que fuera a buscar a un mecánico y que lo pegue. José molesto al escuchar la respuesta de Omar, no hizo caso y dejo el vehículo abandonado, llega a la empresa y le da las llaves a su supervisor alegando que el vehículo esta fallando y la reparación lo tiene que realizar la empresa, Omar le dio la razón a José y gestiono para que los gastos corran a cuenta de la empresa.
Tres días después me encuentro a Omar quejándose de los sucesos que ha tenido con José y que todavía no han ido a buscar el vehículo, me pidió que lo acompañara en su vehículo para que de regreso manejara el vehículo que esta descompuesto, solo faltaba esperar a José para que nos indicara donde quedaba el vehículo; Omar lo cito a una hora y no había llegado hasta que llego tres horas después. Desesperado Omar al ver a José le dice junto conmigo que se adelantara a su vehículo que los alcanzaría. Estuvimos esperando a Omar en el estacionamiento y nunca bajo, le hablamos a su celular y lo tenia apagado, José, enojado se queja con el jefe de su supervisor y el jefe manda a buscar a alguien que sepa manejar para que nos acompañe en una camioneta de la empresa.
En el camino se me ocurrió preguntar como estaba la situación, José me explica todo lo que le paso, de nueva cuenta le pregunto:
--¿Que tienes en mente hacer con el automóvil cuando lleguemos?, viendo su rostro observé que no tenia la menor idea de lo que iba hacer.
--Oyes ¿Por qué no vamos a mi casa a buscar unos cordones gruesos para así llevarnos el automóvil remolcado?, y así se hizo.
Tardamos como una hora en llegar al lugar donde se encuentra el vehículo ya que se encuentra algo retirado, estando ahí el chofer exclama:
-¡Por fin aquí esta el vehículo!, José dame las llaves para abrir el automóvil .
-¿que no la tienes tu?.
El chofer observa a José y soltó con una carcajada burlona y le respondió:
-ja ja ja ¡No manches we!, yo solo vine hacerte el favor de traerte, ¡este es tu pedo y tu tiene que saber como esta, yo no se nada!.
Al escuchar al chofer, José dirigió su mirada a mi preguntándome, como si quería ver la salvación a este problema:
-y tu ¿no la tienes?
-yo no tengo nada, ¿Que vamos hacer José?. Conteste.
De pronto José empieza a darse de topes con la cabeza maldiciendo el día y tirando muchos rayos y centellas saliendo de su boca.
-Hey calmate we. Dije – ya estamos aquí vamos a buscar una solución a este problema.
- ¡Que madres!, yo este pinché auto lo voy a dejar aquí, es problema de la empresa y del carbón de Omar, vamos a la verga!
-hey we pero podemos ir a buscar a un mecánico para que vea el auto- dije.
-de nada sirve porque no tenemos la llave del auto- dice el chofer.
Viendo el éxito obtenido regresamos, y al día siguiente fueron de nueva cuenta a ver el vehículo que ya cumplía seis días en estar botado en la calle, fue Omar y José junto con un mecánico, cuando llegaron vieron el auto que le rompieron las ventanas abrieron el cofre y se robaron la batería.

Esto no hubiera pasado si existiera comunicación, obediencia, humildad y sencillez en acatar las ordenes y que se hicieran las cosas a tiempo, ahora ¡que hará el jefe con ellos? se los dejo a su imaginación.

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